en Título : | La identidad social negativa: Un concepto en busca de teoría | Tipo de documento: | texto impreso | Autores: | Maritza Montero, Autor | Número de páginas: | Págs. 395 - 415 | Idioma : | Español (spa) | Clasificación: | movimiento social
| Clasificación: | TEC - Libros técnicos Libros técnicos de otras disciplinas: informatica, jurídicos... | Nota de contenido: | En el proceso de construcción de las explicaciones psicosociales, de alguna manera el concepto de identidad social se reduce, pierde una parte de su alcance y deja de ser dialéctico, para centrarse fundamentalmente en un solo aspecto de la compleja red de relaciones que lo constituye: la función integradora, aglutinante, fundamentada en las atribuciones y definiciones positivas, mediante la cual un grupo social adquiere su identidad como tal, privilegiando el estudio de la identidad de carácter positivo. La atención se centra entonces en esa doble función de la identidad social: por una parte definir, singularizar, distinguir a un grupo de personas, en función de un conjunto de características o rasgos auto y heteroatribuídas. Por otra, delimitar, diferenciar, excluir a terceros (individuos o grupos), que no caerán bajo la misma definición, que no se identificarán del mismo modo y a quienes se percibe como carentes de las cualidades atribuídas al propio grupo o como poseedores de otras percibidas como menos favorables o extrañas. Lo que se ha definido como "distintividad" e "igualdad" o "mismidad". La primera se refiere a la identidad individual y a la identidad grupal, en cuanto se trata de comparaciones entre grupos; la segunda supone un sentido de comunalidad entre varias personas, que las lleva a configurar un grupo. Este aspecto es el que permite construir las nociones de Nosotros y de Otros, que pueden oponerse o pueden ir paralelas, pero no confundirse. Y es la posibilidad de afirmación del ser (identidad) y porque otros no son, la que da lugar a los fenómenos del etnocentrismo, del ancionalismo, del segregacionismo, de la afiliación y del apego social. El problema reside en que, sin negar la importancia y justeza de estos aspectos, no son ellos los únicos ligados al fenómeno de la construcción de identidades sociales. La identidad no se agota en la generación de esos necesarios aspectos positivos, supone también y al mismo tiempo, la construcción de otros (hetero y autoatribuídos), de carácter negativo. Y entre unos y otros se establece una relación dinámica |
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Sociales de la Universidad de Paris.
Profesora titular y directora del Posgrado de la Universidad Central de Venezuela,
así como docente de postgrado en varias universidades de América, Europa y
Australia