Cuaderno de Formación Política No. 2

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El Protagonismo de la

Ciudadanía

en la Vida Política del País Cuaderno de Formación Política No. 2

Pastoral Social - Cáritas de Honduras Conferencia Episcopal de Honduras


Cuaderno de Formación Política No. 2 El Protagonismo de la Ciudadanía en la Vida Política del País Proyecto Construcción de Ciudadanía y Gobernabilidad. Redacción y Revisión Equipo Técnico Pastoral Social Cáritas de Honduras Diagramación Roberto Javier Canizales Diseño de Portada Alberto Güity 2

Impresión offset: Ediciones Guardabarranco, Tel. 239-6280 / 2528


CONTENIDO Presentación................................................................................... 5 Introducción Metodológica ........................................................... 7 1. El laberinto político de Honduras ............................................. 9 2. El ejercicio ciudadano en la sociedad hondureña ................... 23 3. El ciudadano como protagonista en la actividad política ..................................................................................... 33 4. Ciudadanos como electores: voto consciente, ético y responsable ........................................................................... 43

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Presentación "La vida cristiana no se expresa solamente en las virtudes personales, sino también en las virtudes sociales y políticas"1

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a Pastoral Social - Cáritas, en su misión evangelizadora tiene como tarea promover los valores de la justicia, la verdad, la solidaridad y la paz para establecer la fraternidad entre los hombres, basada en el principio de la defensa de la vida y la promoción de la misma para que ésta sea plenamente digna, ayudando a la supresión de las situaciones que por largas décadas han mantenido en la exclusión a los grupos más vulnerables del país. Esta tarea, la realiza como mandato de la Iglesia para promover el desarrollo de la conciencia, tomando en cuenta que "en el campo social, la Iglesia ha querido realizar siempre una doble tarea: iluminar los espíritus para ayudarlos a descubrir la verdad y distinguir el camino que deben seguir (…). No basta recordar principios generales, manifestar propósitos, condenar las injusticias graves, proferir denuncias con cierta audacia profética; todo ello no tendrá peso real si no va acompañado en cada hombre por una toma de conciencia más viva de su propia responsabilidad y de una acción efectiva". En la realización de esa obra como resultado de la vivencia de la caridad, los laicos tienen un papel protagónico, sin su concurso difícilmente se puede tener un orden justo. Al respecto, el documento de Medellín nos recuerda la importancia de promover la participación ciudadana como responsabilidad necesaria, señalando que: "la carencia de una conciencia política en nuestros países hace imprescindible la acción educadora de la Iglesia, con objeto de que los cristianos consideren su participación en la vida política de la nación como un deber de conciencia y como el ejercicio de la caridad, en su sentido más noble y eficaz para la vida de la comunidad". La Iglesia hondureña desde hace varios años realiza acciones que influyen en el desarrollo y fortalecimiento de la conciencia ciudadana, mediante cartas pastorales, campañas de educación política y pronunciamientos sobre los procesos electorales, en correlación con esa labor la 5 Papa, Benedicto XVI. Discurso inaugural V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe N. 3

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Pastoral Social - Cáritas promueve la formación política orientada a facilitar los elementos necesarios para la práctica de la democracia en sus diversas manifestaciones. Este año con el objetivo de ayudar al fortalecimiento de la conciencia política, la Pastoral Social - Cáritas ofrece estos cuadernos de formación política para ser utilizados en nuestras parroquias, comunidades, movimientos y organizaciones sociales, de manera que los agentes de pastoral y miembros de nuestras comunidades se conviertan en actores responsables de la transformación de la realidad. Confiamos que esta propuesta de formación ilumine a cada cristiano y cada persona a tomar las decisiones necesarias para la construcción de una sociedad más humana, justa y fraterna.

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Carta encíclica, Octogesima Adveniens, N. 48 Documento de Medellín cap.1 N.16

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Introducción Metodológica

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ste cuaderno pretende facilitar información y aportar elementos que ayuden a los agentes de pastoral de diferentes grupos, movimientos, comunidades y organizaciones sociales, a elevar la conciencia y participación política de las y los ciudadanos. En este material se abordan aspectos generales del papel de la ciudadanía en la vida política: 1. El laberinto político de Honduras. 2. El ejercicio ciudadano en la sociedad hondureña. 3. El ciudadano como protagonista en la actividad política. 4. Ciudadanos como electores: voto consciente, ético y responsable. Cada tema contiene cuatro pasos que recomendamos desarrollar en su orden: 1. Analicemos: Se facilitan elementos para la comprensión de cada tema, que permitirá a los participantes el análisis y la discusión en torno a la realidad en su comunidad, municipio y país. 2. Reflexionemos: Reflexión pastoral desde el Evangelio y el Magisterio de la Iglesia para reforzar el análisis desde la perspectiva de la fe. 3. Compartamos Se sugiere preguntas que provoquen el diálogo, el compartir en grupo y la búsqueda de soluciones coherentes con la realidad. 4. Actuemos Asumir compromisos que favorezcan el bien común, la justicia y la igualdad. Sugerencias para desarrollar los contenidos: Talleres de un día y medio para trabajar todos los temas del cuaderno. Jornadas de pocas horas para desarrollar uno o dos temas del cuaderno. Q

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Esperamos que este esfuerzo contribuya a la transformación de la conciencia, la conducta y la práctica ciudadana de las y los hondureños hacia el bien común, la justicia y la igualdad como forma de vida para alcanzar el desarrollo de las personas y su medio.

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"La convivencia democrática... en algunos países se ha venido deteriorando, entre otros factores, por los siguientes: corrupción administrativa, distanciamiento de los liderazgos partidistas con relación a los intereses de las bases y las reales necesidades de la comunidad; vacíos programáticos y desatención de lo social y ético cultural de parte de las organizaciones partidistas; gobiernos elegidos por el pueblo pero no orientados eficazmente al bien común; mucho clientelismo político y populismo, pero poca participación". Santo Domingo No. 192.

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1. El laberinto político hondureño ANALICEMOS Introducción La historia política de Honduras, ha estado llena de muchas piedras que han impedido el avance del país hacia un desarrollo sostenible. Desde la época de la independencia nos hemos visto envueltos en guerras fratricidas, en asonadas de caudillos para quitar a otro caudillo del gobierno, fue el pan de cada día durante los últimos doscientos años. Sólo en los últimos 50 años del siglo pasado tuvimos cinco golpes de Estado y en todo el siglo dos grandes dictaduras: la de Tiburcio Carías Andino y la de los militares en la que se turnaron en el poder diversos generales. A partir de 1982 creímos haber encontrado el rumbo hacia la democracia. Por casi 30 años se crearon diversas instituciones que le daban solidez al Estado de Derecho.Creímos que estábamos saliendo de la época de los caudillos para entrar con bastante retraso en la era moderna, donde el Estado se dirige no por caprichos personales sino por el imperio de la ley. Sin embargo, quizá estamos atravesando la mayor crisis política de nuestra historia, en lo que parece un callejón sin salida y que puede llevarnos al hundimiento total como nación. En la madrugada del 28 de junio de 2009, Honduras se convirtió en el centro de atención del mundo. No ha sido fácil para la ciudadanía-, entender las causas, motivaciones y condiciones que hicieron posible la expulsión del país, mediante el uso de la fuerza, del Presidente de la República José Manuel Zelaya. Las gestiones de la Organización Estados Americanos (OEA) han sido infructuosas para llegar a una solución política y pacífica a la problemática hondureña y una pregunta empieza

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a generalizarse, al no llegar a una solución negociada: ¿Cuánto tiempo podrá soportar Honduras el aislamiento político y económico sin el apoyo de la cooperación internacional? No lo sabemos, pero sí podemos asegurar que el costo de estas medidas afectará, como siempre, a los más pobres y vulnerables. Cuando se escribió este documento los países del hemisferio habían suspendido relaciones con el gobierno interino de Honduras y los Estados Unidos y la Comunidad Económica Europea habían suspendido la ayuda económica al país. Es necesario preguntarse: ¿qué causas llevaron al país a esta encrucijada?

1.1. ¿Cómo encontrar salida a este laberinto político de Honduras? A. ¿Por qué siguen sucediendo estos problemas en Honduras? La búsqueda de respuestas nos lleva a plantearnos las siguientes preguntas: ¿Hasta cuándo puede existir una democracia o puede mantenerse una democracia que no respete los derechos: económicos, políticos, sociales, ambientales y culturales de una población? ¿Puede existir un Estado democrático donde la clase política reparte la conducción de las instituciones públicas entre pocas familias, cómo si se tratara de una herencia? La primera respuesta aparece de manera espontánea y rápida:

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1. El Estado cautivo de unos pocos. Todos sabemos y lo decimos en todos lados, en el parque, en la esquina, en el trabajo, que algunos hondureños han utilizado el Estado: Secretarías, direcciones generales, instituciones descentralizadas, Corte Suprema de Justicia, Congreso, UNAH, recursos naturales, el territorio para el beneficio personal o de los partidos. Por eso, durante más de cuarenta años los dirigentes políticos no han creado ni fortalecido la institucionalidad del país para que esté al servicio del bien común, que sea incluyente, respetuosa de los derechos humanos, de la legalidad y de los principios de legitimidad y que permita el avance hacia un auténtico Estado de Derecho.


El pueblo se dio cuenta desde hace muchos años que el Estado es muy débil para administrar los recursos, servir de árbitro de los conflictos sociales y ser instrumento de organización y distribución de la riqueza nacional, ha sido incapaz de actuar como agente eficaz e imparcial para impartir justicia, porque como muchos dicen vivimos en un Estado secuestrado, cautivo de ciertos grupos políticos y económicos que pusieron las instituciones del Estado a su servicio convirtiéndose desde hace muchos años en caudillos, dueños de los partidos y del gobierno actuando con soberbia, prepotencia, arrogancia y manteniendo al pueblo sin protestar mediante regalos, favores y acceso a trabajos en el gobierno, entre otros. Por lo anterior, decimos que los acontecimientos del 28 de junio manifestaron que la institucionalidad del Estado hondureño está cimentado sobre arena y las instituciones hechas con barro, producto de una cultura política autoritaria, caudillista y clientelar que ha reformado y violado la Constitución las veces que ha considerado necesarias para ejercer el poder. ¿Cuál ha sido el resultado? Hemos construido un "Estado de Derecho" al servicio de la ilegalidad y la impunidad y una democracia débil e incompleta1. 2. Fin de un ciclo político. Tenemos que recordar que nuestra democracia comenzó de nuevo en 1982 después de casi 17 años de regímenes militares. Las luchas de los pueblos guatemalteco, salvadoreño y nicaragüense y el peligro de instaurar gobiernos de izquierda en toda América Central, obliga a las clases dirigentes de Honduras - influenciadas por Norteamérica -a orientarse hacia el establecimiento de un gobierno democrático, elegido mediante elecciones y no por la fuerza. El último gobierno militar presidido por el General Policarpo Paz García convoca a elecciones y se nombra una Asamblea Nacional Constituyente para elaborar una nueva Constitución de la República. Policarpo Paz sale elegido presidente constitucional interino mientras se realizan las elecciones generales que gana el partido liberal quedando el Doctor Suazo Córdova como nuevo presidente constitucional del país. Por ejemplo: Los nombramientos en la mayoría de los casos son dados con criterios de clientelismo político y obligan a través de un código de lealtad no escrito pero de estricto cumplimiento a atender y obedecer las solicitudes y recomendaciones sobre cualquier asunto que procedan de la persona que decidió tales nombramientos. 1

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En 1982 se inicia un ciclo político en el que se establece un acuerdo o pacto social entre los partidos, para garantizar la paz mediante el funcionamiento de la democracia y que ésta descansara en la realización de elecciones celebradas cada cuatro años, posibilitando la alterabilidad en el poder. De ese modo se eliminaban formalmente las dictaduras, aunque por más de 40 son los mismos partidos que se mantienen gobernando y dentro de ellos las mismas familias. En esta etapa democrática se fueron perfeccionado las instituciones del Estado: se creó el Comisionado de los Derechos Humanos para defender a los ciudadanos del abuso del poder del Estado; la Fiscalía General de la República para hacer cumplir la ley a todos los ciudadanos; el Tribunal Superior de Cuentas para corregir la corrupción; el Tribunal Supremo Electoral para hacer más transparente las elecciones y permitir que el mecanismo sobre el que descansa la democracia fuese una institución creíble. Sin embargo, estas instituciones en vez de ganar legitimidad mediante la confianza en el sistema democrático poco a poco la han ido perdiendo hasta llevar a la población a la duda y a la incredulidad en los partidos políticos y en las autoridades de gobierno. Su punto más bajo llevó hasta un abstencionismo en las elecciones del 2005 que fue del 44.62% lo que evidenció el rechazo a los políticos y sus partidos. Cada día los pobres se dan cuenta que éstos no solucionaban, ni solucionan sus problemas, y que el interés de las instituciones políticas consiste únicamente en mantenerse en el poder mediante el abuso, el engaño, la mentira y la utilización del estado para torcer la Constitución. La promesa para elaborar una nueva Constitución y establecer cambios en el país, promesa del Presidente Zelaya, fue creída por muchísima gente de diversos niveles sociales de la población, que están añorando cambios profundos en el país. 12

Este clima político que llegó a su punto más alto en el primer semestre del 2009 anunciaba que el ciclo histórico comenzado en 1982 había llegado a su fin y que es necesario un nuevo pacto social y político, que sea incluyente, es decir que el país y sus instituciones no sean patrimonio


de nadie sino que pertenezcan al conjunto de la sociedad, que todas las personas tengan oportunidad de alcanzar una vida digna y que todas estemos bajo el imperio de la ley. Este pacto debe ser participativo y pluralista, es decir, debe surgir de las ideas e intereses de todos, no puede ser producto de negociaciones entre cúpulas de los partidos y cúpulas empresariales ya que la democracia se construye con las ideas y aportes de todos. El miedo al cambio y a la pérdida de privilegios mantenido durante décadas, culminó con el derrocamiento de José Manuel Zelaya Rosales y el consiguiente hundimiento del " Estado de Derecho" que se trató de construir durante más de veintinueve años. Reviviendo en el país el viejo fantasma del comunismo y creando nuevos como el Chavismo alejando toda propuesta de cambio y polarizando a la sociedad. Es decir nos dividimos en dos bandos: los que daban su apoyo al golpe y los que proclaman cambios y una nueva Constitución. 3. La sociedad hondureña se ha caracterizado por tener múltiples organizaciones de base, incluso organizaciones con tendencia de izquierda. Sin embargo, ha tenido un gran defecto y es la división y la multiplicación de las mismas aún teniendo igual finalidad, se dice que el protagonismo y el deseo de ser los primeros ha impedido la articulación y unidad entre ellas. Además el control de poder por parte de los sectores populares sobre los sectores dirigentes políticos y económicos ha sido mínimo, de tal suerte que éstos han cedido en aquellos aspectos que no afectaban su dominio sobre la sociedad. Por estas razones se puede afirmar que en Honduras el tejido social es débil para influir sobre los grupos de poder y modificar las reglas del juego, que hubieran permitido avanzar hacia una democracia social y política y no solo electoral. Sin embargo, tenemos que reconocer que muchas instituciones han crecido o se han creado por la influencia que -aunque débil - ha ejercido la sociedad civil. A partir del 28 de junio la situación se modificó, antes del 28 los sectores vinculados al Bloque Popular eran el respaldo político de la iniciativas del Presidente Manuel Zelaya, tales como: el poder ciudadano, asamblea nacional constituyente, una nueva constitución, y por el otro lado

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la Unión Cívica para la Democracia que agrupa a la clase media y alta, sectores políticos renuentes al cambio y empresariado temeroso de iniciativas de democratización económica. Este grupo por tener mayor conciencia de clase y claridad en la defensa de sus intereses se estructuró y organizó con mayor facilidad. Pero después de los acontecimientos del 28 de junio, la población en un porcentaje significativo, maestros, indígenas y pobladores, sectores disidentes del partido liberal y bloque popular se organizaron en el Frente Nacional de Resistencia contra el Golpe de Estado, sector que aparece como aglutinador y que ha ido creciendo y mejorando sus estrategias de lucha, una mayor organización nacional, cierto grado de unidad y con un pensamiento claro sobre su caminar: realizar cambios en el futuro inmediato avalados por una nueva Constitución elaborada por una Asamblea Nacional Constituyente independiente del regreso de Manuel Zelaya. B. ¿Cuáles son las justificaciones de lo sucedido el 28 de junio? A finales del 2007 el Presidente Zelaya al no lograr consensos en su partido, ni apoyo y colaboración de las instituciones claves del Estado, encontrar apatía en los diputados liberales para impulsar las propuestas de reforma y los roces continuos con los medios de comunicación y empresarios, demostraba que coexistían dos gobiernos: uno liderado desde el congreso y el otro desde la casa presidencial. Esta situación mantenía al país en una continua zozobra, parálisis e incertidumbre y fue deteriorando su mandato, estas pequeñas crisis eran sobredimensionadas por los medios de comunicación, algunos en abierta oposición al Presidente Zelaya.

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El Presidente optó por granjearse el apoyo de los grupos populares y se fue distanciando de las élites políticas y económicas, algunas acciones indicaban ese rumbo: El respaldo a la huelga de hambre protagonizada por un grupo de fiscales del Ministerio Público; el ingreso de Honduras a la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA)2, establecimiento de relaciones con el gobierno cubano e incremento y apoyo de la asesoría técnica en educación y salud. Compró combustibles al extranjero mediante subastas. Celebró convenios de compra de petróleo con Petrocaribe, que incluyeron mecanismos de cooperación entre Venezuela y 2

Venezuela a través de Petrocaribe le abrió créditos de largo plazo al Gobierno de Honduras para el pago del petróleo.


Honduras. Decretó el alquiler forzoso al Estado de las instalaciones de almacenamiento de combustibles en el norte y el sur de Honduras, propiedad de empresas privadas. Enfrentamiento con los grupos económicos desde el inicio de su gobierno por la prohibición de operaciones mineras; acuerdos con las ambientalistas en temas forestales con el consecuente choque con los madereros. Ejecutó compras directas de medicinas y fármacos, prescindiendo de las empresas intermediarias nacionales e internacionales. Promovió la compra estatal de medicinas genéricas. Realizó compras directas de armas para las Fuerzas Armadas, prescindiendo de las empresas intermediarias nacionales e internacionales. Pero además su gestión gubernamental fue tomando un rostro cada vez más populista: visitó con frecuencia los municipios del interior de la República, acercamiento directo con los ciudadanos que asistían a las Asambleas del Poder Ciudadano, creación de un canal de televisión estatal, un periódico propio y generó una alianza con medios de comunicación privados de cobertura local, regional o nacional para generar información distinta de la opinión y los enfoques dados por los grandes medios nacionales, cuyos propietarios se mantuvieron en contra de la administración de Zelaya a lo largo de todo su período gubernamental. Impulsó una consulta popular sobre la instalación de una cuarta urna en las elecciones de noviembre de 2009, con el propósito que la población se pronunciara sobre la integración de una Asamblea Nacional Constituyente que formulara y diera vigencia a una nueva Constitución de la República. Esta iniciativa fue entendida o manipulada como la intención clara del Presidente de continuar en el poder y llevar a Honduras hacia el comunismo. La propuesta del Ejecutivo, dividió a la sociedad: los que estaban en desacuerdo con la iniciativa utilizado por el Presidente (Medios de Comunicación, Poderes Legislativo y Judicial, Empresarios y sectores ciudadanos), respondieron con una campaña mediática basada en el miedo a la intervención de Venezuela, y otro sector que consideraba que la consulta permitía una etapa de mayor participación de la población, realizar cambios sustanciales en la estructura social del país y modificar la estructura de poder.

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La crisis se agudiza por el enfrentamiento entre el Poder Judicial, la Fiscalía y el Congreso Nacional que habían desautorizado la convocatoria de la encuesta de opinión, programada por el Ejecutivo para el 28 de junio. Esta ocasionó que los partidos políticos y sectores de la sociedad afines a ellos acusaran al Presidente de violar el Estado de Derecho. El 28 de junio en una supuesta defensa de la Constitución y del Estado democrático, el Presidente Zelaya es defenestrado. Se suspenden las garantías constitucionales de los ciudadanos mediante toques de queda y estado de sitio aunque rápidamente, el mismo día se restablecen los tres Poderes del Estado. C. ¿Cómo salir de esta crisis? Después de los trágicos hechos del 28 de junio, urge iniciar un proceso de reconstrucción que garantice el diálogo incluyente, el acceso a la información y la libertad de los medios masivos de comunicación que permitan a la ciudadanía informarse de los errores, excesos, abusos, atropellos, irregularidades y hasta delitos cometidos por las autoridades, así como formas de sancionarlos, para erradicar la corrupción y la impunidad. Un proceso en el cual la sociedad civil, las iglesias, los medios de comunicación y otros actores sociales contribuyan a un clima de tolerancia, a fin de evitar el revanchismo político, la división, la venganza y la violencia. Un proceso en cual el sector político comprenda que la corrupción, el clientelismo y el lucro de los bienes públicos ya no pueden permitirse. Los partidos políticos por su parte deben comprometerse a erradicar las negociaciones y chantajes para elegir a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, del Tribunal Superior de Cuentas y a las autoridades del Ministerio Público.

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Un proceso de reconstrucción que cuente con mecanismos de seguimiento y verificación, el cual deberá contener como mínimo el compromiso de velar por los derechos humanos, el bien común, la justicia y la equidad. Recordemos que sin justicia social no hay democracia. En todo éste proceso la observación de la comunidad internacional y la vigilancia de las organizaciones de la sociedad civil pueden contribuir al logro de este objetivo.


D. El final del laberinto. Ciertamente el panorama político en Honduras cambió a partir del 28 de junio, los gobernantes no pueden seguir con las mismas prácticas políticas de antaño, se necesitan cambios profundos en la sociedad hondureña, y retos urgentes que ningún gobierno a lo largo de 30 años ha querido responder y a los que con urgencia es conveniente buscarle solución desde 19823: ( Una reforma institucional y electoral democrática, que rompa con el monopolio de la clase política tradicional. ( La modernización económica y fiscal con sentido de equidad, tomando en cuenta al mercado, la ciudadanía

organizada y la globalización internacional. ( La consolidación de prácticas y mecanismos de participación democrática que vayan más allá de lo electoral. Así también siguen siendo retos impostergables: ( La estrategia del combate a la pobreza, ahora con nuestros propios fondos, después de que malversaron los recursos de la condonación. ( El combate real a la corrupción en todos los niveles e instancias. ( Implementar las reformas al sistema de educación para que la escuela pública brinde una educación de calidad. ( Garantizar que los sistemas de salud ofrezcan servicios humanitarios preventivos y curativos a toda la población. ( Destinar mayor cantidad de recursos para la descentralización del desarrollo. ( Implementar la producción de energía limpia, eólica e hídrica, de tal suerte que esos recursos sean destinados al desarrollo.

REFLEXIONEMOS "Cuando ven levantarse una nube sobre el occidente dicen enseguida: va a llover, y así sucede. Y cuando sopla el viento del sur dicen: va a hacer calor, y así sucede. ¡Hipócritas! Si saben distinguir aspectos de la tierra y del cielo, ¿Cómo es que no saben distinguir el tiempo presente? ¿Por qué no disciernen por ustedes mismos lo que es justo? (Lucas.12, 54 - 57) 17 3

Según el analista político Manuel Torres.


En la situación actual que vive el país, los cristianos jugamos un papel muy importante, pues la lectura evangélica que hacemos de la realidad, es un factor que clarifica la posición de los cristianos en el quehacer democrático y en la construcción del país. ¿Qué podemos aportar los cristianos para darle solidez a nuestra democracia? Hemos comprendido con la lectura histórica de nuestra vida política, que la democracia en nuestro medio es como una vasija de barro que se rompe con facilidad, algo así sucedió en los últimos acontecimientos con nuestro pobre proceso democrático, iniciado hace unos 30 años. En el Evangelio Jesús utiliza una parábola para explicar cuándo la vida carece de solidez, raíces, sustento y por lo tanto se vuelve frágil. "El que escucha mis palabras y las pone en práctica, es como aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y arremetieron contra la casa; pero no se derrumbó, porque cimentada sobre roca. Sin embargo, el que escucha mis palabras y no las pone en práctica, es como aquel necio que edificó casa sobre arena. Cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, se chocaron contra la casa, y esta se derrumbó, Y su ruina fue grande" 4. Algo parecido sucede con la democracia en Honduras que parece estar construida sobre arena. Esto sucede porque ha sido manejada al antojo de intereses particulares y ha carecido de valores. Esa debilidad hace que esté a expensas de políticos y empresarios inescrupulosos. "La convivencia democrática que se afianzó después de Puebla5 en algunos países se ha venido deteriorando, entre otros factores, por los siguientes: corrupción administrativa, distanciamiento de los liderazgos partidistas con relación a los intereses de las bases y las reales necesidades de la comunidad; vacíos programáticos y desatención de lo social y ético cultural de parte de las organizaciones partidistas; gobiernos elegidos por el pueblo pero no orientados eficazmente al bien común; mucho clientelismo político y populismo, pero poca participación"6. La población hondureña ha experimentando durante varias décadas esta realidad, tanto que ahora nos damos cuenta que el país está sin rumbo, sin cimientos firmes que lo sostengan, Mt: 7,24-27. Reunión de la Conferencia de Obispos de América Latina y el Caribe en PUEBLA, México en 1979, ahí se elaboró un documento de Conclusiones que se conoce como los Documentos de Puebla. 6 Conferencia de los Obispos de América Latina y el Caribe reunida en Santo Domingo. 192 4

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parece que hemos estado construyendo sobre arena. Ahora se requiere edificar la democracia sobre una sólida base cuyos cimientos sean profundos y con estructuras firmes que posibiliten el bienestar común y el crecimiento de las personas. Los cimientos tienen que basarse en la verdad, la justicia, el pluralismo y la participación, valores esenciales de toda democracia porque: "Una democracia sin valores, se vuelve fácilmente una dictadura y termina traicionando al pueblo."7. Ésta tampoco debe descansar únicamente sobre líderes políticos, sino sobre la real participación del pueblo. Se necesita la conversión de nuestros políticos para que trabajen por el establecimiento de un nuevo tipo de convivencia y relación social, basado en el respeto a las personas, el logro de sus necesidades básicas y el establecimiento de oportunidades para que todos y todas tengan una vida digna. Sin embargo, esta última condición no parece darse porque los dirigentes políticos como dice el Evangelio: "Oirán pero no entenderán; mirarán, pero no verán, porque se ha endurecido el corazón de este pueblo se han vuelto torpe sus oídos, y se han cerrado sus ojos; de modo que sus ojos no ven, sus oídos no oyen, su corazón no entiende, y no se convierten a mí para que yo los sane"9. El deterioro del sistema político que lleva varios años, hasta desembocar en la crisis actual, que puso en peligro la permanencia del Estado de Derecho y que llevó al rompimiento del orden constitucional con los sucesos del 28 de Junio, situación que puso en evidencia la avaricia de las élites políticas guiadas por sus propios intereses. No se puede comprender como a casi tres meses de haber provocado esta crisis del 2009, la más grande de la vida democrática del Estado Hondureño, no hayan tenido la voluntad y la madurez política ni la sensibilidad social hacia los más pobres para resolverla, recordando que "no basta una democracia puramente formal, fundada en la limpieza de los procedimientos electorales, sino que es necesaria una democracia participativa y basada en la promoción de los derechos humanos".10 Documento Aparecida 74. (v Conferencia Episcopal de los Obispos Latinoamericanos) Ref. Documento de Santo Domingo # 193 y 190 9 Mt: 13,14-15. 7 8

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El ejercicio democrático iniciado en 1982, se quedó en lo formal, es decir, somos democráticos porque elegimos supuestamente con libertad y cada cuatro años a nuestros gobernantes, pero no se avanza hacia una democracia real, es decir, no se pasa de la democracia política a la social y económica (participación, mejores salarios, acceso a la salud, vivienda, tierra) y se imponen medidas económicas y sociales: nuevos impuestos, liberación del comercio y de los impuestos a las grandes empresas lo que profundiza la brecha social, haciendo que el abismo entre ricos y pobres sea cada vez más injusta y escandalosa. "Todo esto refleja que no puede haber democracia verdadera y estable sin justicia social, sin división real de poderes y sin la vigencia del Estado de Derecho"11. Es una democracia incompleta ya que propicia una participación política pero niega o cierra espacios en el campo económico y social. Aparecida se refiere al tema en los siguientes términos: "Algunos parlamentos o congresos legislativos aprueban leyes injustas por encima de los derechos humanos y de la voluntad popular, precisamente por no estar cerca de sus representados ni saber escuchar y dialogar con los ciudadanos"12.

COMPARTAMOS Formar grupos según número de participantes. Elegir a un coordinador /a y secretario/a, anotar las respuestas en un papelógrafo. 1) ¿Cuál debería ser la participación de los cristianos en la construcción de la democracia? 2) ¿Qué papel debe realizar la Iglesia en el campo político? Plenario Al final del plenario el facilitador/a invita a realizar dos o tres comentarios y finaliza remarcando la importancia de los cristianos y cristianas en la vida política.

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Documento Aparecida 76 Documento Aparecida 79.


ACTUEMOS ¿A qué me comprometo como cristiano/a para fortalecer la democracia desde mi grupo, comunidad o parroquia?

ORACIÓN El facilitador solicita a los participantes recitar o cantar a dos coros el siguiente Salmo. Salmo 72 Oh Dios, da tu juicio al rey, tu justicia al heredero del trono, para que gobierne a tu pueblo con justicia y a tus humildes con equidad. Que las montañas traigan la paz al pueblo, y las colinas, justicia; que él defienda a los humildes del pueblo, que salve a los necesitados y aplaste al opresor. Que te respeten mientras existan el sol y la luna, de edad en edad. Que el descienda como lluvia sobre el césped, como aguacero que riega la tierra. Que florezca en sus días la justicia, y haya gran prosperidad mientras alumbre la luna."

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"Al derecho del hombre a la existencia corresponde el deber de conservarla; al derecho a un decoroso nivel de vida, el deber de vivir con decoro; al derecho de buscar libremente la verdad, el deber de buscarla cada dĂ­a con mayor profundidad y amplitud" Pacem in Terris No. 29

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2. El ejercicio ciudadano en la sociedad hondureña ANALICEMOS La actual crisis política aunque nos asusta y nos hace regresar a formas de gobierno mas autoritarias y militaristas, debe hacernos avanzar hacia formas más participativas en todos los campos de la vida, en este sentido ya hace muchos años Juan Pablo II decía: "La Iglesia aprecia el sistema democrático, en la medida en que asegura la participación de los ciudadanos en las opciones políticas y garantiza a los gobernados la posibilidad de elegir y controlar a sus propios gobernantes o bien la de sustituirlos oportunamente de manera pacífica"13. La fractura de la democracia como la ocurrida en el país, solo se puede soldar con más democracia, transitar hacia otros estadios de la vida, de tal modo que todos podamos disfrutar de todos los beneficios del sistema. Decían los obispos en Aparecida: "No puede haber democracia verdadera y estable sin justicia social, sin división real de poderes y sin la vigencia del Estado de derecho"14. Como nos decía Juan Pablo II asegurando la participación de los ciudadanos. Estos tres principios (justicia social, división real de poderes y vigencia del Estado de Derecho) han fallado en la democracia hondureña, que además es uno de los países de América Latina con mayor desigual social, mayor pobreza y menos oportunidades para los pobres. Es decir, la justicia social ha permanecido ausente; los poderes del Estado: legislativo, judicial y ejecutivo han sido manipulados por los sectores económicos o grandes empresarios nacionales y extranjeros, los poderes han estado al servicio de los intereses particulares de quienes gobiernan; y el Estado de Derecho, ha sido violado cuantas veces han querido utilizando mentiras y manipulando la Constitución, como decía el diputado Rodrigo Castillo15: "La Constitución hay que violarla cuantas veces sea necesario". Encíclica del Papa Juan Pablo II. Centesimus Annus. # 46 Documento de Aparecida. 76 15 Diputado liberal en varias ocasiones y vicepresidente del Congreso en la década de los 80. también fue ministro de Recursos Naturales. Cuaderno para educadores "El reto de vivir en democracia". COMUNICA - Pastoral Social Cáritas de Honduras 13 14

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En esta nueva etapa histórica, la ciudadanía organizada y no organizada debe hacer evolucionar el sistema hacia una mayor participación ciudadana, justicia social, independencia de poderes y un Estado de Derecho al servicio de la vida y de las personas. La democracia crece cuando se tiene educación cívica, promoción del orden público y la paz en la convivencia civil. Pero sobre todo avanza cuando los derechos humanos se convierten en el centro y fin de todo sistema político. Procesos para fortalecer la ciudadanía: ( Educar en derechos y deberes. ( Educar en valores. ( Fortalecer y dar mayor credibilidad a las instituciones. ( Educar en la tolerancia y el respeto para el logro de consensos. A. Educacar en Derechos y Deberes ¿Quién es un ciudadano? Se considera que una persona es ciudadano cuando es miembro de una comunidad política que lo protege con derechos y le exige deberes. Legalmente en la mayoría de los países la persona es ciudadana a los 18 años, porque se considera que es la edad mínima para participar en procesos eleccionarios y ejercer responsabilidades políticas tales como elegir y ser electo.

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Pero culturalmente uno es ciudadano cuando pertenece a un país determinado, independientemente de la edad, así decimos que una persona es ciudadano costarricense, nicaragüense, mexicano, u hondureño porque nació, vive y se identifica con esa nación. Entonces, uno puede ser ciudadano de acuerdo a la ley, o por la pertenencia a una determinada nación. En este caso puede serlo por nacimiento o por adopción, así decimos de las personas nacionalizadas o que adquieren la nacionalidad de otro país son ciudadanos.


Por ello decimos que toda persona ejerce su ciudadanía cuando hace uso del derecho y la disponibilidad de participar en una comunidad, siguiendo las normas de convivencia, y realizando acciones pacíficas y responsables con el objeto de optimizar el bienestar público o el bien común. 2. Derechos de la ciudadanía. ( La igualdad de todas las personas ante la ley, por lo tanto, participar y ser incluido en

la vida en común. Toda persona mayor de 18 años se encuentra protegida bajo un conjunto de derechos políticos, cívicos y sociales, que se encuentran establecidos en la Constitución de la República. Sin embargo, la existencia de desigualdades entre los miembros de una sociedad dificulta el ejercicio de la ciudadanía. ( La Participación activa de los ciudadanos en la comunidad política y en toda actividad política. Entendiendo comunidad política como las instituciones del Estado en espacios locales, municipales, departamentales y a nivel nacional. La cual debe permitir y animar la participación de las organizaciones sociales para la toma de decisiones que favorezcan el bien común. La democracia crece cuando los individuos son incluidos en la vida común y en la actividad política, pero también cuando el sujeto acepta y cumple con sus responsabilidades para con la sociedad. Las personas dejan de ser sujetos de derechos cuando no gozan de todos los derechos, por eso se dice que son excluidos. Todo ciudadano tiene el deber de contribuir al bien común, y respetar los valores de la justicia, equidad, y paz. 3. Los derechos según la Constitución de la República: Todo ser humano, por el hecho de serlo, posee derechos fundamentales que la sociedad no le puede arrebatar. Así lo señala la Constitución de la República en su artículo 59: "la persona humana, es el fin supremo de la sociedad y del Estado. Todos tienen la obligación de respetarla y protegerla. La dignidad del ser humano es inviolable". Por otro lado, la Constitución de la República en su artículo 1 reza que: "Honduras es un Estado de Derecho, soberano, constituido como República libre, democrática e

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independiente para asegurar a sus habitantes el goce de la justicia, la libertad, la cultura y el bienestar económico y social". Por lo anterior, se pueden identificar tres grupos de derechos relacionados a la ciudadanía16: a. Derechos Civiles: Son aquellos que protegen la persona en forma integral y que el Estado tiene la obligación de garantizarlos. Estos derechos los podemos encontrar en los siguientes artículos de la Constitución de la República: ( Artículo 60: Todo los hombres nacen libres e iguales en derechos. En Honduras no hay

clases privilegiadas. Todos los hondureños son iguales ante la Ley. ( Artículo 65: El derecho a la vida es inviolable. ( Artículo 69: La libertad personal es inviolable y sólo con arreglo a las leyes podrán ser

restringidas o suspendida temporalmente. ( Articulo 72: Es libre la emisión del pensamiento por cualquier medio de difusión, sin

previa censura. Son responsables ante la ley los que abusen de este derecho y aquellos que por medios directos o indirectos restrinjan o impidan la comunicación y circulación de ideas y opiniones. ( Artículo 78: Se garantizan las libertades de asociación y de reunión siempre que no sean

contrarias al orden público y a las buenas costumbres. ( Artículo 84: Toda persona tiene derecho de circular libremente, salir, entrar y permanecer

en el territorio nacional. Nadie puede ser obligado a mudar de domicilio o residencia, sino en los casos especiales y con los requisitos que la Ley señala.

Algunos de estos derechos fueron el resultado de luchas sociales de los pueblos y finalmente reconocidos por la ONU mediante el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en 1966.

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b. Derechos Sociales: Aquellos que se refieren a cubrir las necesidades básicas que incluye esencialmente: alimentación, salud, educación, vivienda, derecho a la tierra, a los servicios básicos, al empleo, al salario justo y equitativo y a la seguridad social. Estos derechos los podemos ver en los siguientes artículos de la Constitución: 16

La Democracia en América Latina. Enfoque: Centroamérica/Honduras. PRODDAL/ Honduras. 2004


( Artículo 111. La familia, el matrimonio, la maternidad y la infancia están bajo la protección

del Estado.

( Artículo 123. Todo niño deberá gozar de los beneficios de la seguridad social. ( Artículo 127. Toda persona tiene el derecho al trabajo a escoger libremente su ocupación

y a renunciar a ella, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el empleo.

( Artículo 145. Se reconoce el derecho a la protección de la salud. ( Artículo 154. La erradicación del analfabetismo es tarea primordial del Estado. Es deber

de todos los hondureños cooperar para este fin.

( Artículo 171. La educación impartida oficialmente será gratuita y la básica será además,

obligatoria y totalmente costeada por el Estado.

c. Derechos Políticos. Son aquellos derechos que le corresponden al ser humano en su calidad de ciudadano. Podemos mencionar los siguientes: ( Participar en la dirección de los asuntos públicos o del Estado, y por tanto, a tener acceso

en la igualdad de condiciones. ( Formar grupos y asociaciones independientes, partidos políticos o de afiliarse a los que ya están formados. ( Participar en elecciones democráticas. ( Elegir funcionarios públicos a través del voto. ( A ser electo y por lo tanto a formar parte del gobierno. En este sentido, la Constitución de la República reza en el artículo 37 que son derechos del ciudadano: 1. Elegir y ser electos. 2. Optar a cargos públicos 3. Asociarse para construir partidos políticos; ingresar o renunciar a ellos; y 4. Los demás que le reconoce la Constitución y las Leyes. El artículo 44 reitera que: El sufragio es un derecho y una función pública. El voto es universal, obligatorio, igualitario, directo, libre y secreto.

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No puede haber ciudadanía sin Estado democrático que garantice estos derechos. Pero tampoco puede haber Estado democrático sin ciudadanía y sin justicia social, porque la ciudadanía es el resultado de una relación constructiva entre Estado y sociedad, el Estado existe para construir ciudadanos. B. Educar en Valores Como ciudadanos comprometidos, conocedores de nuestros derechos y deberes debemos de estar conscientes que más que por la guerra, la paz se ve amenazada en nuestro país por la pobreza, la desigualdad social, la violencia, la corrupción y ahora se suma la crisis política que estamos viviendo. Por lo anterior la educación para la paz y la convivencia entre otros valores, tienen un significado y una importancia determinante para el logro del bien común en un Estado de Derecho. Una convivencia democrática entre ciudadanos, proporciona una base adecuada para los procesos de diálogo y una mejor toma de decisiones sobre asuntos de interés general para el desarrollo de la comunidad o de la nación. Por ello, la educación para la justicia, la libertad, la convivencia y la paz es un proceso que implica acciones encaminadas al desarrollo personal y colectivo que generen formas alternativas de pensar, sentir y actuar. Para ello, es necesario que como ciudadanos potenciemos nuestra capacidad para solucionar los conflictos con creatividad haciendo realidad los valores de la igualdad, la justicia, el respeto, la libertad y la solidaridad, para construir juntos el bien común. C. Fortalecer y dar credibilidad a las instituciones.

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Muchos hondureños han utilizado al Estado para beneficio personal, de grupos y partidos por lo que poco o nada se ha avanzado en el fortalecimiento y credibilidad de sus instituciones. Las cuales fueron creadas para estar al servicio del bien común, para ser incluyentes y respetuosas de los derechos de todas las personas, grupos y sectores de la sociedad.


Para lograr fortalecer y darle mayor credibilidad a las instituciones que conforman nuestro Estado, la participación de la ciudadanía con sus derechos y deberes es importante. Ello significa, que las y los ciudadanos, pueden a través de un cargo o representación, ser parte de las instituciones u organizaciones públicas y privadas presentes, a nivel municipal, departamental o nacional. Otra forma en que la ciudadanía puede contribuir a fortalecer las instituciones del Estado, es mediante el control sobre la gestión pública para que las autoridades cumplan con su deber. En Honduras, en los últimos años, se han redactado algunas leyes para que esto sea posible, como la ley de Transparencia y Acceso a la información Pública (2008), Ley de Participación Ciudadana (2006). Además; se han creado Comisiones Ciudadanas de Transparencia en varios municipios, como una iniciativa de la sociedad civil, que permite a la ciudadanía velar por la trasparencia de la gestión pública, con el fin de fortalecerla y presentar sus propuestas para lograr un desarrollo conjunto. También en los espacios públicos y privados se pueden exteriorizar y discutir las preocupaciones, demandas, propuestas y alternativas de solución a determinados asuntos que implican el bienestar de las mayorías. D. Educar en la tolerancia y el respeto para el logro de consensos. Otro reto de la ciudadanía para fortalecer el sistema democrático, y hoy más que nunca, es el logro de consenso entre todos los sectores en los diferentes temas de interés nacional, tomando en cuenta que la tolerancia es un elemento esencial para la construcción de consensos. Entendemos por tolerancia "el respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o contrarias a las propias"17. La tolerancia no es lo mismo que la indiferencia. La indiferencia niega la existencia las ideas, personas o grupos. La tolerancia supone el respeto mutuo y, en su grado máximo, el de entendimiento mutuo, aún cuando no se comparten dichos valores. Solo respetando, los valores, ideas, creencias y prácticas de los que piensan diferente se pueden construir una sociedad justa, libre, incluyente y solidaria. 16

Diccionario de la Real Academia Española.

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REFLEXIONEMOS "No violes el derecho del pobre en sus pleitos. No intervengas en un pleito fraudulento ni condenes a muerte al inocente y al justo, porque yo no absolveré al culpable. No te dejes sobornar con regalos, porque el regalo ciega incluso al que juzga rectamente y pervierte las causa de los inocentes". Éxodo 23, 6 - 8. La Sagrada Escritura y el Magisterio de la Iglesia iluminan el actuar de cada persona para construir una sociedad orientada hacia el bien común, la justicia y la igualdad. En este sentido, la acción ciudadana se manifiesta en el ejercicio de los derechos y deberes, los cuales aparecen en la Constitución de la República y en la Declaración de los Derechos Humanos.

Derechos y Deberes ciudadanos según la Sagrada Escritura y el Magisterio de la Iglesia La Sagrada Escritura está llena de experiencias en relación con la justicia y el derecho, sobre todo, porque continuamente eran violados los derechos de los débiles y de los extranjeros, el profeta Isaías lo refleja muy bien: "¡Como se ha prostituido la villa fiel! Estaba colmada de derecho, habitaba en ella la justicia, ¡y ahora no hay más que asesinos!"18. En la historia reciente se han dado avances significativos en materia de derechos, la humanidad se ha visto favorecida por el reconocimiento que se ha hecho de la dignidad de la persona en cada uno de los países. Un avance significativo es el hecho que la mayoría de los países del mundo han firmado y ratificado la Declaración de Derechos Humanos, Convenios y Protocolos internacionales para garantizarlos. "Estos derechos y deberes son, por ello universales e inviolables y no pueden renunciarse por ningún concepto"19. Los derechos deben hacerse realidad en los diversos espacios de la vida: la familia, la escuela, el trabajo, la Iglesia, así como la libre reunión, asociación y a intervenir en la vida pública y la seguridad jurídica. Sin embargo, falta voluntad política para su aplicación como lo afirman los Obispos en el documento de Aparecida No. 80, al constatar que algunos Estados han aumentado la represión y la violación de los derechos humanos. También a los ciudadanos les corresponde hacer buen uso de sus derechos y que los ejerzan para favorecer a las mayorías. 30

18 19

IsaíWas 1,21. Encíclica del Papa Juan XXIII, Pacem in Terris No. 9


A los ciudadanos les corresponde cumplir con responsabilidad sus derechos y deberes, así lo expresa el magisterio: "al derecho del hombre a la existencia corresponde el deber de conservarla; al derecho a un decoroso nivel de vida, el deber de vivir con decoro; al derecho de buscar libremente la verdad, el deber de buscarla cada día con mayor profundidad y amplitud"20. Por la misma necesidad de convivencia humana y para que la sociedad funcione bien, los ciudadanos deben asumir con responsabilidad sus deberes naturales (valores humanos) y los regulados por el Estado (pago de impuestos). En este sentido, se requiere "que se definan de modo específico los derechos y deberes del ciudadano en sus relaciones con las autoridades y que se prescriba de forma clara como misión principal de las autoridades el reconocimiento, respeto, acuerdo mutuo, tutela y desarrollo continuo de los derechos y deberes del ciudadano"21. A cada derecho corresponde un deber, pero además deben existir mecanismos jurídicos que los garanticen y faciliten, "la sociedad, además de tener un orden jurídico, ha de proporcionar al hombre muchas utilidades. Lo cual exige que todos reconozcan y cumplan mutuamente sus derechos y deberes e intervengan unidos en las múltiples empresas que la civilización actual permita, aconseje o reclame"22. Recordemos que el cumplimiento de derechos y deberes hacen posible en sociedad la convivencia armónica, justa y responsable factores determinantes para una democracia verdadera.

Encíclica del Papa Juan XXIII, Pacem in Terris No. 29 Encíclica del Papa Juan XXIII, Pacem in Terris No. 77 22 Encíclica del Papa Juan XXIII, Pacem in Terris No. 33 20 21

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COMPARTAMOS Formar grupos según número de participantes. Elegir a un coordinador/a, secretario/a. Anotar la respuesta en un papelógrafo. 1. ¿Qué derechos y deberes tengo en la sociedad en que vivo? 2. ¿Cuáles son los derechos menos respetados en nuestra comunidad? Plenario El facilitador/a invita a realizar dos o tres comentarios y finaliza remarcando la necesidad de ser responsable en el cumplimiento de nuestros derechos y deberes para hacerlos realidad en los diversos espacios de la vida: la familia, la escuela, el trabajo, la Iglesia y las organizaciones.

ACTUEMOS ¿Qué podemos hacer para que la dignidad de las personas sea promovida y respetada en nuestras comunidades?

OREMOS El facilitador/a invita a los participantes a comentar a qué nos compromete la siguiente lectura: "No violes el derecho del pobre en sus pleitos. No intervengas en un pleito fraudulento ni condenes a muerte al inocente y al justo, porque yo no absolveré al culpable. No te dejes sobornar con regalos, porque el regalo ciega incluso al que juzga rectamente y pervierte las causa de los inocentes". Éxodo 23, 6 - 8.

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3. La ciudadanía como protagonista de la actividad política ANALICEMOS En relación a la participación de la ciudadanía, la reciente crisis política del país evidenció muchas debilidades, podemos identificar dos: la carencia de líderes de base intermedios y nacionales y la ausencia de una ciudadanía activa preocupada por el bien común, celosa de sus derechos y responsable con sus deberes. En relación con la primera debilidad, la agudización de la crisis no ha permitido el surgimiento de una persona o institución con alta categoría moral que sea capaz de arriesgarse, comprometerse y de convocar a la ciudadanía a buscar soluciones a los problemas del país. En relación con la segunda debilidad hemos preferido ser una ciudadanía pasiva, dejando de hacer y dejando pasar todo lo que nuestros políticos han querido. En nombre de la paz y la tranquilidad otros han conducido a este país por los caminos del atraso y de de una cultura política sin participación. Hemos olvidado que una verdadera ciudadanía impulsará a las personas que integran una comunidad, que participan de forma individual o colectiva para demandar sus derechos, para utilizar de la mejor manera sus recursos y para alcanzar fines que aseguren un nivel de vida digno23. Estas dos debilidades nos han lanzado a la inseguridad, sin encontrar una luz que nos lleve a la búsqueda de la verdad, al equilibrio político, a establecer consensos nacionales y a poner en marcha al país. Se hace necesario descubrir, formar, entrenar y abrir espacios para que surjan muchos líderes en nuestras comunidades, que tomen responsabilidades regionales, nacionales que conduzcan a los ciudadanos a convertirse en protagonistas de la actividad política. ¿Dónde radica el problema? ¿Cuáles son las causas de esta debilidad institucional?, ¿Cómo superar esta debilidad? 23

Participación Ciudadana para la Democracia. Comisión de Justicia y Paz. Panamá 2005.

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a. La política es una actividad de todos los ciudadanos. No hay democracia sin ciudadanos. Una sociedad democrática se construye entre todos. Una ciudadanía indiferente, apática, que no es solidaria, que no cuida los bienes comunes, que no participa y que se limita sólo al reclamo de derechos, es una ciudadanía pasiva. Esta se vuelve activa cuando reconoce sus derechos y cumple sus responsabilidades y obligaciones. El ejercicio de la ciudadanía es un pilar fundamental de la democracia, ser ciudadanos como lo explicamos antes es una condición de toda persona que le hace dueño de derechos, deberes y responsabilidades. Sin embargo, la participación ciudadana depende del interés, identidad y sentido de pertenencia a una comunidad o nación, así como de los recursos humanos, económicos y políticos. Una sociedad democrática se construye entre todos. Por eso, además de estar informadas sobre sus derechos, tienen que reconocer y ejercer responsabilidades. Algunas de estas son24: 1. Saber elegir a sus gobernantes con criterio, es decir saber quienes son, que han hecho por la comunidad, como ha sido su trayectoria moral, que propuestas tienen para solucionar los problemas comunitarios, regionales o nacionales y que se elijen mediante el ejercicio del voto responsable y libre. Esa responsabilidad se ejerce cuando adquirimos la información suficiente sobre los candidatos que elegiremos. 2. Contribuir a lograr un buen gobierno, respetando las leyes y las instituciones de un Estado de Derecho. Es necesario, para un buen gobierno, el apoyo de gobernantes y gobernados. Si cumplimos con nuestros deberes garantizamos la mitad del camino hacia un Estado de Derecho al servicio de todos, especialmente de los más pobres.

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3. Reclamar sus derechos ante las autoridades, cuando estos han sido violados o negados. No se trata solo del cumplimiento de deberes por parte de los integrantes de la comunidad, es imperativo que las autoridades los respeten y cumplan. 24

Pastoral Social Cáritas de Honduras, Campaña "Por una democracia de verdad, año 2005"


4. Participar en los partidos políticos y en las organizaciones comunitarias y sociales. Los líderes de la comunidad con la plena voluntad deben poner sus esfuerzos y capacidades al servicio de los demás y planteando al interior de los partidos las necesidades reales de la comunidad y municipio, así como sus aspiraciones a participar en cargos públicos y de selección de los mismos. 5. Trabajar por el bien común. El ciudadano no debe anteponer sus intereses particulares a los intereses generales de la sociedad ni buscar beneficios personales, de grupo o de partido, ni sobornar, ni manipular. b. Espacios para la participación. Uno de los principales derechos y deberes ciudadanos es participar en el trabajo, en la comunidad, en el barrio, en la política local y nacional. Se trata de un compromiso voluntario y generoso de la persona. Sin participación la democracia no funciona ni prospera. Existen espacios de participación construidos por la ciudadanía como: patronatos, juntas de agua, comisiones ciudadanas de transparencia, comités de protección ambiental, equipos de Pastoral Social/Cáritas, organizaciones de derechos humanos, asociación de padres de familia, la actividad deportiva, organizaciones de mujeres, de adultos mayores, personas con capacidades especiales y de jóvenes. Quienes se agrupan para resolver problemas como: suministro de aguas, caminos, carreteras, construcción de centros escolares, de salud y otros25. c. La gestión para la incidencia política. La participación ciudadana tiene como finalidad la solución de los problemas comunitarios y del país. Cuando el Estado resuelve los problemas por la acción de la ciudadanía organizada, se le llama incidencia política, la cual se realiza utilizando las siguientes herramientas: diagnósticos comunitarios, reuniones, presupuestos y planeación participativa, auditoria social, talleres educativos y asambleas públicas entre otras. La gestión se realiza cuando se da un acercamiento entre la sociedad civil y el gobierno a través de comisiones en las que ambos participan. Por ejemplo la instalación de mesas temáticas (desarrollo local, transparencia, forestal, agrícola), cabildos abiertos, consejos de desarrollo 25

Participación Ciudadana para la Democracia. Comisión de Justicia y Paz. Panamá 2005.

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municipal, unidades municipales ambientales, comisiones ciudadanas de transparencia y comisionados municipales. Para este acercamiento entre ciudadanía y gobierno se requiere voluntad política, información, diálogo y comunicación. Una legislación que promueva diferentes formas de participación ciudadana y el fomento y promoción de una cultura asociativa. Actividad Política. En la mayoría de los casos la ciudadanía participa como militante de los partidos políticos, pero también existen otras iniciativas para participar en la vida política al margen de los partidos políticos, como las candidaturas independientes. Los partidos no deben ser ni considerarse como propiedad privada de sus dirigentes, tampoco las candidaturas a cargos de elección popular. Deben estar siempre al servicio del bien común, y no al servicio de intereses personales y de las élites. d. Formando líderes para un nuevo escenario político. ¿Dónde están los líderes? Desde hace muchos años la Iglesia define que un líder "es una persona que tiene capacidad para presentar una visión de posibilidades futuras a un grupo determinado y es capaz de asegurar su liderazgo trabajando en equipo. El líder es el que carga con la responsabilidad y aprovecha los recursos de los equipos de trabajo para producir resultados positivos"26. Por eso es importante que la persona que representa a la comunidad sean un líder que conozca los problemas, se encuentre involucrado en el actuar de la comunidad y responda a las demandas de sus pobladores. Sin embargo, hablar de líderes nos hace creer que hay personas que tienen tal condición en forma permanente y hay quienes no la tienen. Cuando pensamos de esta manera, confundimos a un líder con un caudillo, es decir, aquellas personas que siempre saben que hacer, que se imponen a los demás muchas veces a la fuerza, que tienen don de mando y por lo tanto todos obedecen, que nadie los puede sustituir y cuando faltan, la organización, el grupo o el partido tienden también a decaer. 36 26

Participación Ciudadana para la Democracia. Comisión de Justicia y Paz. Panamá 2005


Es preferible hablar de liderazgos como un proceso en el que las personas van adquiriendo capacidades para construir juntos la comunidad y en la que las distintas capacidades se armonizan para hacer avanzar el conjunto de la sociedad. De esa manera aprendemos a trabajar en equipo y evitamos que una sola persona conduzca un a su antojo un grupo, comunidad o nación. Por esta distorsión es que algunas familias asumen que están destinadas a figurar en la política como consecuencia del apellido familiar, sin valorar si tiene o no capacidad para asumir algún liderazgo. Consecuente con lo anterior podemos decir que el liderazgo es la capacidad de transformar la realidad, por eso se habla de diferentes tipos de liderazgo: social, político y religioso. Por ello, podemos decir que cualquier persona independientemente de su condición social puede liderar un proceso para cambiar situaciones que no favorecen a las mayorías en distintos campos de la vida. Existen muchas personas oportunistas que se llaman a sí mismos líderes, y que sólo producen beneficios para sí mismos, sus familias o para el círculo de sus amistades. Tales personas no pueden ser consideradas líderes pero surgen por la escasa formación y falta de criterios para elegir. Confundimos fácilmente a los líderes verdaderos con los oportunistas y aprovechados. Una verdadera democracia abre el camino para que surjan nuevos liderazgos, tomando en cuenta que los cambios no se realizan en cuatro años, estos son de largo alcance. Lamentablemente los líderes actuales no han entendido que son responsables de engendrar nuevas generaciones de liderazgo, más allá de sus propias familias27. El proceso desarrollado a través de las Escuelas para la Democracia puede ayudar en este proceso, motivando en las personas un servicio diferente y ayudarles a renovar las estructuras y prácticas de los partidos políticos o hacer surgir nuevas opciones política. e. Fuentes de la autoridad. Un líder tiene autoridad sobre un grupo determinado y esta autoridad le da poder y puede surgir de la28: 27 28

Manual Eduquemos en Democracia. Comisión de Justicia y Paz. Panamá 2003 Participación Ciudadana para la Democracia. Comisión de Justicia y Paz. Panamá 2005

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( Legalidad. Surge de elecciones de acuerdo con los procedimientos legales, en estos casos

se dice que tiene la autoridad legal para ejercer el liderazgo en determinada posición administrativa, es el caso de los presidentes, diputados, alcaldes elegidos por el pueblo. ( Legitimidad. Surge cuando una comunidad, municipio o país respalda a sus líderes. Por eso algunas veces un acto es legal pero no legítimo o una autoridad es legal pero no legítima. ( Capacitación. Cuando el líder tiene conocimiento, habilidad y experiencia para dirigir. En este caso la comunidad reconoce su capacidad y se le brinda el apoyo para que ejerza su liderazgo. ( Delegación. Cuando un equipo, comunidad o un municipio delega sobre una persona para que acepte o ejecute compromisos en su nombre. f. Cualidades del Liderazgo.

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Una persona que ejerce un liderazgo debe tener por los menos las siguientes cualidades: 1. Que practique la justicia. La justicia es lo que mantiene la paz y la unidad en cualquier grupo, comunidad o nación. Cuando un líder no actúa con justicia y rectitud pierde el respeto y la autoridad moral. 2. Que tenga convicciones profundas, que no se deje manipular ni vender, ni coaccionar, que crea en lo que esta haciendo, manteniendo la confianza que el grupo o la comunidad ha depositado en él. 3. Que esté animado por la esperanza y que el amor a su pueblo sea el motor de sus acciones para que el horizonte de todas sus acciones sea el bien común y la construcción de una sociedad más justa, fraterna y solidaria. 4. Que posea estabilidad emocional para que oriente al grupo o comunidad con madurez, que ayude a resolver los conflictos y fomente la tolerancia, la solidaridad y la unidad en la comunidad 5. Que este al servicio de la población. Los líderes deben actuar buscando siempre el bien común, la justicia y la equidad. 6. Que sea una persona facilitadora y promotora de confianza. El líder debe hacer simple lo que es difícil para la gente y hacer las cargas menos pesadas. El líder no solo propondrá actividades, sino que además animará su realización.


REFLEXIONEMOS "Elijan de sus tribus hombres sabios, prudentes y probados, y yo los pondré al frente de ustedes" Deuteronomio 1,13. Compromiso ciudadano. La limitada participación de los ciudadanos y ciudadanas en los distintos espacios de la sociedad es provocada por las políticas paternalistas, el poco conocimiento de la realidad, la corrupción de los dirigentes, la manipulación política y la búsqueda de intereses personales. Esto provoca la indiferencia, la falta de esperanza, compromiso, responsabilidad y el aislamiento de los problemas de la comunidad, dejando que otros tomen las decisiones, lo que ha debilitado el tejido social. Al respecto, los Obispos Latinoamericanos reunidos en Aparecida expresan que: "Algunos parlamentos o congresos legislativos aprueban leyes injustas por encima de los derechos humanos y de la voluntad popular, precisamente por no estar cerca de sus representados ni saber escuchar y dialogar con los ciudadanos, pero también por ignorancia, por falta de acompañamiento, y porque muchos ciudadanos abdican de su deber de participar en la vida pública"29. La participación de la ciudadanía en las organizaciones, instituciones y partidos políticos, solo podrán ser recuperados cuando exista el interés de ser sujetos de cambio y lo complemente con el reclamo de sus derechos. Para ello se requiere "que el hombre, en sus actividades, proceda por propia iniciativa y libremente. Por lo cual, tratándose de la convivencia civil, debe respetar los derechos, cumplir las obligaciones y prestar su colaboración a los demás en una multitud de obras"30. Una ciudadanía activa requiere asumir tareas en la sociedad con responsabilidad, que tienen que ver con la participación en los distintos espacios orientados a favorecer el bien común. "Para animar cristianamente el orden temporal- en el sentido señalado de servir a la persona y a la sociedad- los fieles laicos de ningún modo pueden abdicar de la participación en la política, es decir, de la multiforme y variada acción económica, social, legislativa, administrativa y cultural destinada a promover orgánica e 29 30

Documento de Aparecida No. 79 Encíclica del Papa Juan XXIII, Pacem in Terris No. 34

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institucionalmente el bien común. Como repetidamente han afirmado los padres sinodales, todos y cada uno tienen el derecho y el deber de participar en la política, si bien con diversidad y complementariedad de for mas, niveles, tareas y responsabilidades"31. Es urgente la participación de la población, vencer el individualismo y la despreocupación por la cosa pública y la búsqueda de opciones que beneficie a todos. "La profunda y rápida transformación de la vida exige con suma urgencia que no haya nadie que, por despreocupación frente a la realidad o por pura inercia, se conforme con una ética meramente individualista. El deber de justicia y caridad se cumple cada vez mas contribuyendo cada uno al bien al bien común según la propia capacidad y la necesidad ajena."32 Se debe orientar y formar a la ciudadanía por diferentes medios y formas, para que asuma con responsabilidad su papel en la sociedad, de manera que junto con otros se ponga al servicio de la dignidad de la persona, la cual exige que se llegue a una situación social más humana y más justa (GS No. 36). De tal forma que los esfuerzos comunes se traduzcan en acciones orientadas a mejorar las condiciones de vida de las mayorías que han sido empobrecidas y que siguen sometidas a formas de vida no deseables. Esto será posible desde una conciencia formada. "La fidelidad a esta conciencia une a los cristianos con los demás hombres para buscar la verdad y resolver con acierto los numerosos problemas morales que se presentan al individuo y a la sociedad"33. De esta manera construimos liderazgos con capacidad, que estén al servicio de los demás y no de sus propios intereses. El líder no lo hace todo, sino que coordina, orienta, facilita la convivencia humana en una sociedad y posibilita la participación de todos. En el Antiguo Testamento Moisés nos ilustra esta realidad "Eligió de entre los israelitas hombres hábiles, y los puso al frente del pueblo como jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez. Ellos eran los jueces ordinarios del pueblo. Las cuestiones mas difíciles se las llevaban a Moisés, y las de menor importancia las resolvían ellos."34. Carta Pastoral Christifideles Laici No. 42 Constitución Apostólica. Concilio Vaticano II. Gaudium et Spes No. 30 33 Gaudium et Spes 16. 34 Éxodo 18, 24-26 31

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En nuestra realidad los líderes usan la política para alcanzar prestigio y poder. No atienden las demandas de los más necesitados, ni prestan servicio a los ciudadanos, por el contrario se sirven de ellos. Por eso, es urgente renovar los liderazgos ya que difícilmente las cosas cambiarán con los actuales vicios de la clase política, ya que "nadie cose un remiendo de tela nueva a un vestido viejo, porque lo añadido hará encoger el vestido, lo nuevo hará encoger lo viejo, y el desgarrón se hará mayor. Y nadie guarda vino nuevo en odres viejos, porque el vino hará reventar los odres, y se perderán vino y odres. A vino nuevo, odres nuevos"35.

COMPARTAMOS Formar grupos según número de participantes. Elegir a un coordinador/a, secretario/a. Anotar la respuesta en un papelógrafo. 1. ¿Cómo valoramos la participación de los líderes que dirigen los partidos, asociaciones, cooperativas, patronatos y grupos eclesiales? 2. ¿Qué condiciones debe reunir un verdadero líder? Enumere. Plenario El facilitador/a invita a realizar dos o tres comentarios y finaliza remarcando la importancia que tienen las y los líderes en la construcción de una sociedad equitativa, solidaria y justa.

ACTUEMOS ¿A qué nos podemos comprometer para que en los grupos existan buenos líderes?

ORACIÓN El facilitador /a pide a los participantes reflexionar la siguiente lectura: "Escúchame, voy a darte un consejo, y que Dios te asista. Tú serás el mediador del pueblo y tú llevarás sus asuntos ante Dios. Instruirás al pueblo en los preceptos y leyes, les enseñarás como deben comportarse y les dirás como deben hacer. Pero tu elige de entre el pueblo hombres capaces, temerosos de Dios, hombres íntegros que no se dejan sobornar y nómbralos jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez, para que sean los jueces ordinarios del pueblo" (Éxodo 18, 19 - 22).

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"En amplios sectores de la población, y especialmente entre los jóvenes crece el desencanto por la política y particularmente por la democracia, pues las promesas de una vida mejor y mas justa no se cumplieron o se cumplieron solo a medias”. Documento de Aparecida 77.

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4. Los ciudadanos como electores: voto responsable, consciente y ético ANALICEMOS En un sistema democrático, la soberanía reside en el pueblo, quien la delega a las personas que elige en el proceso electoral por medio del voto secreto y libre. Pero esto, no significa que la democracia se agote con las elecciones, avanza y se fortalece cuando hay justicia social, división real de poderes y la permanencia de un Estado de Derecho. A. ¿Qué es el sufragio? El sufragio o voto es una expresión política de la voluntad ciudadana y de nuestras preferencias basadas en las propuestas de los partidos, la calidad de los candidatos, su integración en la comunidad y su comportamiento moral. Su finalidad es elegir a los representantes del pueblo: Presidente y tres Designados Presidenciales, los Diputados al Congreso Nacional y al Parlamento Centroamericano, y la Corporación Municipal (Alcalde, Vice-alcaldes y Regidores). La Constitución de la República, en el artículo 44, establece que el voto es: ( Universal: Pueden votar todos los habitantes con excepción de los menores de edad, los extranjeros, los privados de libertad con sentencia condenatoria, los miembros de las fuerzas armadas y el cuerpo policial. ( Obligatorio: es un derecho y hay que ejercerlo. ( Igualitario: Independientemente de su condición social, el voto de cada ciudadano, tiene el mismo valor. ( Directo: Ninguna persona puede votar por otra, ni prestar su documento. ( Libre: Nadie puede obligar a alguien a votar por una persona o por un partido determinado. El voto no se negocia, ni se compra ni se vende: ofrecer y recibir algún bien a cambio del voto es ilegítimo, deshonesto y violenta la libertad.

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( Secreto: Nadie debe saber por quien vota cada ciudadano, con excepción de las personas

con capacidades especiales que les impida ejercer el sufragio por su cuenta. B. Condiciones para la transparencia del voto Tal y como lo menciona la Ley Electoral y de las Organizaciones Políticas, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) es el ente encargado de velar por el cumplimiento de la ley, para que los procesos electorales sean limpios y para que la democracia se fortalezca. Para que esto sea posible, el TSE nombra en cada departamento y en cada municipio un Tribunal Electoral. Estos tribunales están integrados por representantes de los partidos políticos, alianzas y candidaturas independientes inscritos. Ambos tribunales, funcionan en un período de cuatro meses previo a la celebración de las elecciones generales hasta un mes después de la realización de las mismas. Su función principal es ayudar al TSE a organizar todo lo referente a los comicios electorales garantizando el cumplimiento de la Ley. Otra función importante la realizan las Mesas Electorales Receptoras (MER), integradas por un miembro propietario y su respectivo suplente, propuestos por cada una de las fuerzas políticas que participan en el proceso electoral. Las MER se ubican en los centro de votación, donde se instalan las urnas para que la ciudadanía acuda a votar.

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Los miembros de la MER tienen asignadas las siguientes atribuciones36: 1) Respetar y garantizar durante la jornada electoral la libre emisión, secretividad y efectividad del voto; 2) Recibir del Tribunal Electoral Municipal los documentos y materiales electorales requeridos para la práctica de la votación; 3) Levantar y firmar el acta de apertura de la votación; 4) Tomar las medidas que el caso requiera, para guardar el orden durante la votación y práctica del escrutinio; 36

Artículo 29. Atribuciones de los miembros de la MER. Ley Electoral y de las Organizaciones Políticas


5) Requerir, por mayoría de votos, el auxilio de los Cuerpos de Seguridad del Estado cuando fuese necesario; 6) Admitir a los observadores internacionales debidamente acreditados; 7) Darle cumplimiento a los instructivos electorales y las demás disposiciones que emita el Tribunal; 8) Resolver de inmediato y por mayoría de votos la prórroga de la votación en los casos que fuesen necesarios; 9) Levantar y firmar el acta de cierre una vez practicado el escrutinio, y entregar al Tribunal Electoral Municipal debidamente organizado, todos los documentos y material electoral; 10) Entregar Certificación de Resultados a cada miembro propietario de la Mesa Electoral Receptora, debidamente firmada por todos sus integrantes; 11) Resolver de inmediato por mayoría de votos, los incidentes electorales planteados por cualquiera de los integrantes de las Mesas Electorales Receptoras; 12) Comunicar al Tribunal Supremo Electoral, de manera inmediata y por medio del Presidente y el Secretario, el resultado del escrutinio practicado en cada uno de los niveles electivos de conformidad con lo consignado en el Acta de Cierre de la Votación; y, 13) Cualquier otra atribución que le señale el Tribunal Supremo Electoral. Además del papel que realizan los miembros de las MER, la Observación Electoral es otra función importante en los procesos electorales para garantizar la transparencia de los mismos. Esta actividad puede ser desarrollada "por Organizaciones Nacionales o Extranjeras, públicas o privadas, de manera imparcial, concienzuda e independiente, con el propósito de constatar el desarrollo del proceso electoral"37. Para realizar esta actividad, el TSE permite a los ciudadanos y ciudadanas a través de organizaciones nacionales participar en el proceso electoral y velar por la transparencia del mismo. C. Condiciones para la legitimidad del voto. El voto confirma nuestro derecho como ciudadanos libres de elegir a nuestros gobernantes y permite participar en la construcción de la democracia. Por lo que el voto debe ser consciente, responsable y libre. 37

Acuerdo No. 026-2009. Reglamento de la Observación nacional e internacional en las elecciones generales 2009.

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Consiente. Un voto consciente brota de una reflexión madura y profunda sobre las propuestas de campaña presentadas por los candidatos y partidos políticos. Si sus propuestas parten de las necesidades del país, departamento o municipio, si tienen vocación de servicio, aceptan o escuchan opiniones diferentes a las que ellos expresan, si favorecen la participación de la gente en sus actividades y si actúan con honestidad y principios morales. Responsable. Un voto responsable manifiesta un verdadero interés y compromiso en la búsqueda del bien de la comunidad, y no de intereses individuales o egoístas, superando el bipartidismo y tradicionalismo político. Libre. Un voto libre es expresión de la decisión personal de cada ciudadano, sin presiones ni condicionamientos de ninguna especie. D. ¿Por qué votar? Podemos decir que muchas personas se abstienen de ejercer el derecho al voto por indiferencia y desencanto, sin tomar en cuenta que los funcionarios elegidos toman decisiones que afectan su vida directamente. Por ejemplo, a nivel nacional el Presidente y los diputados diseñan políticas que inciden en cada ciudadano (aumento de impuestos, aumento o disminución del salario mínimo, usar o no la fuerza militar y cuándo hacerlo, designación de presupuesto anual a salud, educación, entre otros). A esto se suma, que a nivel municipal, las decisiones de los alcaldes tienen un impacto más inmediato afectando directamente el estilo de vida de los individuos y el de la comunidad. Muchas veces se piensa que un voto no hace la diferencia en los resultados finales de las elecciones, y que por eso no vale la pena invertir tiempo en ello. Sin embargo, las elecciones son una manera de legitimar la autoridad, las instituciones de gobierno y los partidos políticos. Es por ello que la participación de la población en los procesos electorales es esencial para la consolidación de una cultura democrática. E. ¿Por quién votar38? 1. ¿Qué debemos tomar en cuenta para elegir a un Alcalde o Alcaldesa?

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El Alcalde o Alcaldesa es el funcionario público más cercano a los ciudadanos; es responsable de resolver los problemas de la vida diaria, de trabajar por el bienestar de los habitantes, 38

Pastoral Social - Cáritas de Honduras. Campaña de Educación Política "Por una Democracia de Verdad". 2005


proteger su medio ambiente y promover la participación de la ciudadanía junto con la Corporación y demás autoridades municipales. Debe reunir, al menos, las siguientes cualidades: ( Vocación de servicio público: para ello es necesario preguntarnos si desde antes de entrar en la campaña electoral, ha demostrado que le interesa el bienestar de la gente y ha trabajado por ello, sin buscar su beneficio personal. ( Conoce el municipio y sus habitantes: No basta con que haya nacido en el municipio o haya vivido ahí por más de cinco años. Tiene que conocer su realidad, así como la forma de ser y los problemas de sus habitantes. ( Tiene un plan de desarrollo municipal: a partir de la realidad del municipio, tiene claro lo que se debe hacer, cómo lo va a hacer y con cuáles recursos. No presenta falsas promesas, sino propuestas necesarias y posibles de alcanzar. ( Tiene visión de desarrollo municipal: se compromete a respetar y a continuar los logros alcanzados por las administraciones anteriores. Hace sus propuestas con visión de futuro. ( Es un ciudadano ejemplar: está al día con sus impuestos, no ha participado en actos de corrupción y no depreda los recursos naturales. Respeta los derechos humanos y sabe escuchar a la gente. En su planilla lleva personas dignas de la confianza de los ciudadanos. El bienestar y el desarrollo del municipio dependen, en gran medida, de un buen alcalde o alcaldesa. Por eso, antes de decidir por quién votar, hay que conocer a los candidatos. 2. ¿Qué debemos tomar en cuenta para elegir a un diputado o diputada? El Congreso Nacional de Honduras está integrado por 128 diputados propietarios y 128 suplentes, que elegimos y mantenemos con nuestro voto para que nos representen y defiendan los intereses de todos los sectores de la población. La Constitución de la República, en su artículo 205, establece para el Congreso Nacional 45 atribuciones. Todas ellas son importantes para la nación; la primera y quizá la más delicada, es "Crear, decretar, interpretar, reformar y derogar las leyes". Por tanto, el Congreso Nacional debe estar integrado por personas honestas, responsables y debidamente informadas.

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Para ejercer con responsabilidad el voto para diputados, no olvidemos que un congresista debe llenar, al menos, los siguientes requisitos. ( Buscar el bien común: no legisla ni apoya decisiones para favorecer a grupos de poder, a su partido político, a sus amigos, familiares o para lucro personal. ( Respeta y defiende el Estado de Derecho: conoce, cumple y hace cumplir la Constitución de la República y las leyes; conoce y respeta el sistema democrático y sus instituciones, respeta y defiende los derechos humanos. ( Conoce la realidad nacional: sabe cuáles son los principales problemas y desafíos del país y de su departamento y presenta soluciones viables. ( Es una persona tolerante, abierta y participativa: sabe escuchar y dialogar con todos los sectores sociales. Acepta nuevas ideas y tratar de construir consensos por el bien de la nación. 3. ¿Qué debemos tomar en cuenta para elegir al Presidente de la República? El presidente de la República es el administrador general del Estado y ejerce el Poder Ejecutivo en representación del pueblo, no de un partido político. El país esta sediento de un Presidente que interprete las aspiraciones ciudadanas y sea capaz de hacerlas realidad. En otras palabras, hace falta un líder que pueda conducir a la nación hacia el desarrollo humano sostenible. Honduras necesita un Presidente que sepa orientar los recursos nacionales y los esfuerzos ciudadanos hacia la construcción de un proyecto de país que incluya a toda la población y comprometa a todos los sectores en su realización. Este proyecto deberá continuar con los logros de administraciones anteriores y no deberá agotarse en cuatro años de gobierno. Para lograr lo anterior, es necesario que conozca a fondo la realidad nacional; que sepa escuchar y tenga capacidad de diálogo; que pueda construir consensos sobre temas fundamentales; que tenga espíritu de servicio y, sobre todo, que respete la dignidad de la persona humana.

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Un buen Presidente de la República utiliza con honestidad el dinero y los bienes del Estado; combate la corrupción pública y rinde cuentas de sus actuaciones; busca el bien común, cumple lo que promete y ejerce el poder para beneficio del país y de su población, sobre todo de los más necesitados; garantiza la vigencia del Estado de Derecho y el respeto a la ley, sin excepción de personas o de cargos.


REFLEXIONEMOS "Los doce reunieron la asamblea de los discípulos y les dijeron: no es correcto que nosotros descuidemos la Palabra de Dios por hacernos cargos de las mesas. Por lo tanto, hermanos, elijan entre ustedes a siete hombres de buena fama, llenos del Espíritu y de sabiduría… Toda la asamblea estuvo de acuerdo y eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y Espíritu Santo, a Felipe, Prócoro, Nicanor, Timón, Pármenas y Nicolás, que era un prosélito de Antioquia. Los presentaron a los apóstoles, quienes se pusieron en oración y les impusieron las manos. Hechos 6, 2 - 6 Los ciudadanos y su participación en el proceso electoral. Una de las formas en que los ciudadanos se expresan es mediante el sufragio, el cual es utilizado para decidir sobre asuntos que conciernen a las personas y grupos. Este mecanismo de elección se ha generalizado en todos los ámbitos de la sociedad. En todo ello se vuelve urgente que la ciudadanía retome su papel y participe de forma efectiva en la construcción de su propio destino. Que pase de ser un simple elector a un ciudadano activo. En este sentido los Obispos latinoamericanos en el documento de Aparecida proponen que es importante "apoyar la participación de la sociedad civil para la reorientación y consiguiente rehabilitación ética de la política. Por ello, son muy importantes los espacios de participación de la sociedad civil para la vigencia de la democracia."39 El interés de votar cobra sentido si los representantes propuestos son cercanos a las aspiraciones y necesidades más sentidas de la población. Por ello es importante elegir a los líderes y autoridades que respondan de manera eficaz a las esperanzas de todos los sectores. Sólo así se evitará que "en amplios sectores de la población, y especialmente entre los jóvenes crece el desencanto por la política y particularmente por la democracia, pues las promesas de una vida mejor y mas justa no se cumplieron o se cumplieron solo a medias."40 Para ello hay que tomar distancia de aquellos políticos que solo acostumbran a llegar a los pueblos en período de elecciones y haciendo promesas que nunca cumplen y que igualmente Documento de Aparecida 77. 40 Jeremías 5, 25-28. 39

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manipulan a muchas personas. Ya el profeta Jeremías nos ilustra esta realidad: "Sus maldades han trastornado este orden, sus pecados los privan de estos bienes. Pues hay en mi pueblo hombres malvados que, como el cazador de pájaros acechan agazapados, colocan trampas y cazan hombres. Como una jaula de pájaros así están sus casas llenas de robos. Así es como se hacen poderosos y ricos, gordos y rozagantes; sobrepasan la medida del mal no respetan el derecho, se aprovechan del huérfano y no defienden la causa de los pobres"42. La población ya conoce e identifica a este tipo de políticos, pero en muchos casos votan por ellos por interés personal, de grupo o por tradición, muchas veces ante la esperanza de que cumpla con la promesa de campaña. En la actualidad son muchos los riesgos que corre la población a la hora de elegir, ya que no se tiene certeza de que el candidato desempeñe un buen gobierno y mucho menos que favorezca a los más necesitados. Es como el juego al azar donde se gana o se pierde, no hay certeza alguna y muchas veces las posibilidades son escasas. Ante estas circunstancias la ciudadanía debe estar informada, sobre la realidad de manera objetiva, como lo reafirman el documento de Aparecida al plantearnos como "en este nuevo contexto social, la realidad se ha vuelto para el ser humano cada vez mas opaca y compleja. Esto quiere decir que cualquier persona individual necesita siempre mas información, si quiere ejercer sobre la realidad el señorío a que por vocación está llamada"42. Dada esta situación descrita, para que los ciudadanos le encuentren sentido a la acción de votar, deberán hacerse trasformaciones profundas al interior de los partidos, que pasa por prescindir de aquellos políticos de oficio que solo ven en la cosa pública una oportunidad de enriquecimiento. Tarea difícil pero no imposible.

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Documento de Aparecida # 36.


COMPARTAMOS Formar grupos según número de participantes. Elegir a un coordinador/a, secretario/a. Anotar la respuesta en un papelógrafo. A partir de las siguientes expresiones construyan el perfil ideal de un candidato: (Pueden agregar más expresiones). 1. Capacidad de diálogo con los diversos sectores sociales y políticos. 2. Capacidad para llegar a consensos y acuerdos. 3. Persona comprometida con los más pobres. 4. Promueve y defiende los derechos humanos y respeta la vida. 5. Es una persona honesta y vive una vida donde se resaltan sus valores morales. Plenario El facilitador/a invita a los grupos a la presentación del trabajo de cada grupo, posteriormente invita a dos o tres para un comentario de cierre y finaliza remarcando la importancia de ejercer un voto responsable, conciente y libre.

ACTUEMOS ¿Qué debemos tomar en cuenta para elegir responsablemente a nuestras autoridades? Se retoman las conclusiones del trabajo grupal.

ORACIÓN El facilitador /a pide a los participantes reflexionar la siguiente lectura a partir del contenido analizado: "Pidan y Dios les dará, busquen y encontrarán, llamen y Dios les abrirá. Porque todo el que pide recibe, el que busca encuentra, y al que llama Dios le abre. ¿Quién de ustedes, si su hijo le pide pan le da una piedra?; o si le pide un pez, ¿le da una serpiente? Pues ustedes que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡Cuánto mas su padre del cielo dará cosas buenas a los que se las pidan! Así pues, traten a los demás como ustedes quieran que ellos los traten, porque en esto consisten la ley y los profetas" (Mateo 7,7-12)

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