Título de serie: | Un tal Jesús, 2 | Título : | Un tal Jesús | Tipo de documento: | texto impreso | Autores: | Jose Ignacio López Vigil, Autor ; María López Vigil, Autor | Mención de edición: | Segunda edición: septiembre de 1984 | Editorial: | Salamanca [España] : Lóguez Ediciones | Fecha de publicación: | 1984 | Colección: | Nuevo textos | Número de páginas: | 1184 págs. | ISBN/ISSN/DL: | 978-84-85334-36-0 | Idioma : | Español (spa) | Clasificación: | Cristianismo Religión
| Clasificación: | TEO - Teología y pastoral Teología y pastoral | Resumen: | Jesús va al Jordán a escuchar a Juan el Bautizador. Allí conoce a Pedro, a Juan, a Andrés... La noticia del encarcelamiento del Bautizador se une a los deseos de hacer algo por su pueblo. Y allí salta la chispa: él debe tomar el relevo, y con un grupo de compañeros, seguir abriendo los ojos adormecidos de los pobres, anunciándoles que Dios está de parte de los de abajo, luchando hombro con hombro a su lado. En Cafarnaum comienza a formar ese grupo y a mostrar, con palabras y con signos, cuál es el proyecto de Dios para la historia. Poco a poco, Jesús se pondrá a la cabeza de un pueblo hambriento y sediento de justicia, que va aprendiendo a ver en Dios al Padre, al Liberador, al Compañero. La actividad de Jesús y de su grupo en Cafarnaum y en los pueblos de Galilea,; los vaijes de los trece a Jerusalén, donde la gente los conoce y les busca, confirman a Jesús como un auténtico lider popular, un gran profeta. Su palabra es cada vez más firme en la denuncia de la ambición y el egoísmo de los de arriba y en el anuncio a los pobres de su liberación. Una liberación que se concretará en una sociedad nueva, comunitaria y fraterna, sin amos ni esclavos, donde a nadie le sobre ni a naide le falte. Los conflictos con las clases dirigentes -sacerdotes, terratenientes y autoridades- se acentúan dia a día. Y Jesús y sus amigos conocen de cerca la calumnia, las amenazas, la persecución y la clandestinidad.
El último viaje de Jesús a Jerusalen termina con su apresamiento y su asesinato. El poder romano y las autoridades religiosas de la capital se alían para acallar la voz molesta del profeta. Jesús fue un prisionero, un torturado, y en su muerte en el fracaso, experimentó la impotencia y la debilidad que han sentido todos los que luchan por la justicia ante el poder, aparentemente invencible, de los grandes de este mundo. Pero el Dios de la vida, que no quiere que los injustos tengan la última palabra, levantó a Jesús del sepulcro: ésta es la experiencia de los amigos de Jesús, la que ellos nos transmiten. Sobre esta fe se construye la primera comunidad cristiana |
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